En España, este año el Comercio Justo cumple su 30 aniversario desde la apertura de las dos primeras tiendas, en San Sebastián y Córdoba. En la actualidad hay 140 tiendas y puntos de venta especializados, gestionados por las organizaciones de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo. Además los productos están presentes en otros establecimientos minoristas, grandes superficies y cadenas de hostelería. Las ventas en 2014 ascendieron a 33,2 millones de euros, un 8% más que el año anterior. En las organizaciones del sector trabajan 130 personas y más de 2500 colaboran como voluntarias, el 80% mujeres.
El Comercio Justo empezó a tomar impulso internacional a partir de 1964, con la reivindicación “Trade, not aid (Comercio, no ayuda)” realizada en la Conferencia de la UNCTAD por varios países del Sur. Desde sus inicios, su finalidad ha sido lograr el desarrollo de las comunidades empobrecidas a través de prácticas comerciales justas. El Comercio Justo se basa en 10 criterios consensuados internacionalmente referidos al respeto de los Derechos Humanos y laborales de los trabajadores y trabajadoras, condiciones de trabajo dignas y seguras, no explotación laboral infantil, equidad entre hombres y mujeres y respeto al medio ambiente. Sus prácticas comerciales están garantizadas por la Organización Mundial del Comercio Justo, así como por cinco entidades de certificación (Fairtrade International, Ecocert, Fundeppo, Fair for Life y Naturland).
Hoy, 60 años después, el Comercio Justo sigue trabajando para combatir la desigualdad y la pobreza que continúa afectando a mil millones de personas, según último informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). El estudio revela que el 1% de la población mundial posee la mitad de la riqueza global, mientras que el 80% de la población se reparte tan solo el 6% de la riqueza. Además, existen 830 millones de trabajadoras y trabajadores que son pobres, es decir, que malviven con menos de 2 dólares al día, y 1.500 millones de personas tienen un empleo en el que no cuentan con unas condiciones laborales dignas y seguras. Según la Organización Internacional del Trabajo cerca de 21 millones de personas en todo el mundo realizan trabajos forzosos, en situaciones similares a la esclavitud, de los cuales 4,5 millones son víctimas de la trata con fines de explotación laboral y sexual. Asimismo 168 millones de niños y niñas trabajan, la mitad realizan trabajos considerados peligrosos.